lunes, 16 de agosto de 2010

Dedalera (Digitalis purpurea)


Descripción:
Planta herbácea bienal de la familia de las escrofulariáceas.
La digital se desarrolla en un ciclo de dos años; en el primero, tras germinar, produce únicamente una roseta de hojas basales, ovales, dentadas y de largo peciolo, mientras que durante el segundo año se desarrolla un tallo largo (0,50 a 2,5 m) y cubierto de hojas sésiles y rugosas; todas las hojas de esta planta son ligeramente pubescentes, dentadas, simples y alternas, con el envés finamente texturado; se hacen más pequeñas hacia la cima del tallo.
Las flores forman racimos colgantes terminales; son tubulares, de hasta 5 cm de largo, con pétalos de color que varía desde el amarillo pálido hasta el rosa intenso por el exterior y púrpura en el interior de la corola. Florecen de junio a septiembre en el hemisferio norte, dando lugar luego a una cápsula. La polinización es realizada por abejas. Las semillas son dispersadas por el viento.

Recolección:
La cantidad de principios activos que contienen las hojas varía mucho durante todo el día. Durante la tarde se acumula la máxima cantidad, luego empieza a decrecer, porque la propia planta destruye los principios activos formados. Al amanecer, las hojas carecen total o casi totalmente de ellos.
Es por eso que la recolección se hace durante las primeras horas de la tarde, y se recolectan las hojas inferiores más sanas y enteras, cuando ya se han empezado a abrir las primeras flores de la planta. Por el contrario, se recomienda menospreciar las hojas viejas, de la parte externa de la roseta basal, así como las de la parte superior.
Las hojas deben ser rápidamente desecadas entre 55-60 º C, inmediatamente después de ser recolectadas, para poder conservar sus principios activos. Los glucósidos cardiotónicos son sensibles al calor y la humedad. Un exceso de humedad desencadenaría unas reacciones enzimáticas que producirían la pérdida de la actividad farmacológica.

Toxicología:
La distintiva flor de la digital - cuya forma, similar a un dedal, dio lugar a su nombre- y sus hojas, contienen una poderosa toxina, la digitalina, que afecta el funcionamiento cardíaco. Extremadamente venenosas si se consumen, el extracto del principio activo ha sido empleado como medicación para la arritmia y otras deficiencias cardíacas desde finales del siglo XVIII.
La digitoxina y la digoxina presentes en las hojas, flores y semillas de la digital la protegen del ataque de predadores. Su ingesta es fatal con frecuencia. Actúan inhibiendo la enzima sodio-potasio ATPasa, por lo cual se incrementa el calcio intracelular. Este incremento produce un efecto inotrópico positivo. También se produce un efecto vagal en el sistema nervioso parasimpático, y por esta razón se utiliza en la regulación de las arritmias cardíacas y para enlentecer las pulsaciones del ventrículo en la fibrilación ventricular. Debido al efecto vagal la digital no tiene efectividad cuando el paciente tiene el sistema nervioso simpático al límite, lo cual es el caso de las personas gravemente enfermas.
La toxicidad de la digital (intoxicación digitálica) es el resultado de una sobredosificación y produce una visión amarilla (xantopsia) y la aparición de visión de perfiles desdibujados (halos),1 además de bradicardia en casos extremos. Debido a que uno de los efectos secundarios de la digital es la reducción del apetito, algunos individuos han abusado de ella como una ayuda en la pérdida de peso.
La digital es un ejemplo clásico de droga derivada de una planta y antiguamente usada por herbalistas, quienes hace tiempo que la dejaron de utilizar debido al estrecho margen de seguridad terapéutica y la dificultad, en consecuencia, de determinar la cantidad de sustancia activa adecuada en las preparaciones herbales.
Cuando se conoció la utilidad de la digital en la regulación del pulso, se empleó con una gran variedad de propósitos, incluido el tratamiento de la epilepsia y otros desórdenes, aunque hoy en día se ha reconocido que era un uso inapropiado.

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