miércoles, 18 de agosto de 2010

¿Qué sentido tiene invitar a las hadas a nuestra vida?


El estrés de la vida moderna es bien conocido. "No tenemos tiempo de quedarnos quietos y mirar" el mundo que nos rodea, como decia el poeta galés W.H. Davies, ni siquiera para prestar atención a nuestra verdadera naturaleza, a nuestras preferencias y sentimientos verdaderos. En nuestros hogares las estaciones no significan mucho para nosotros.

¿Quién necesita preocuparse de la cosecha cuando los estantes de los supermercados están abarrotados con productos de todas las partes del globo?¿Quién se molesta en maravillarse de un bosque alfombrado de campanillas cuando podemos comprar flores durante todo el año (forzadas a crecer de forma antinatural)? ¿Quién cultiva sus propias hierbas, observa las fases de la Luna y huele en el aire la tormenta inminente?. De una forma vaga, o quizá muy precisa, sabemos que nos falta algo, pero no sabemos qué hacer al respecto, así que a menudo no hacemos nada.

Evidentemente, nos gustaría no tener que prescindir de los regalos que nos ofrece la vida, pero ¿somos conscientes del precio que hemos pagado y seguimos pagando? En general, nos quedamos atrapados en nuestros pensamientos, alienados de la raíz de nuestro ser. A pesar de contar con tantas comodidades, muchos piensan que la vida carece de sentido. La depresión es habitual, pues es muy difícil sentirse parte de algo que nos inspire asombro. Muchas personas han dejado de interesarse por las religiones establecidas porque consideran sus dogmas irrelevantes. La vida puede resultar un poco vacía.

Para renovar tu conocimiento de la naturaleza.
Hace no mucho, la gente no tenia mas remedio que ser consciente de la naturaleza y de sus poderes, porque su vida dependía de ello. Antes el mundo natural estaba animado por espíritus, dioses y diosas. Había que mantenerlos contentos para que los riachuelos se llenasen de salmones, los árboles de fruta y los lagos de agua potable. Prados, bosques, ríos, montañas, todos estaban vivos y poblados por seres sutiles que echaban una mano a los humanos que se lo solicitasen de buenos modos. Esa forma de concebir el mundo podrá resultar ilógica para la conciencia moderna, pero incluso la ciencia es una "forma de concebir el mundo". Responde a muchas de nuestras preguntas, pero no a todas. En un mundo vibrante y asombroso, no deja espacio para el asombro o la sensación de pertenencia. ¿Acaso la gente que vivía cerca de la naturaleza sabia una o dos cosas que nosotros hemos querido olvidar?

Sin embargo, si renovamos nuestro conocimiento y respeto por las hadas, podremos volver a recordarlas. De algún modo, estos seres suelen ser la esencia del mundo natural. Si nos abrimos a ellas descubriremos otra perspectiva dentro de nuestra propia existencia. Tiene que ver con las sensaciones, por lo que resulta difícil expresarlo con palabras. Pero los regalos de las hadas son muchos y variados, y en su compañía el mundo es mucho más que una máquina de moler o que miríadas de átomos girando según un curso predeterminado; el mundo adquiere alma.

Para aprender a relajarte y a conectarte.
Las hadas te pueden ayudar no sólo a ver la naturaleza, sino a sentirla en tu corazón. Tal vez veas el mundo "cubierto de luz celestial", como el poeta William Wordsworth, o sientas la expansión de tu ser, que te puedes relajar y sentir como en casa. Evidentemente, hoy día podemos permitirnos el sentimentalismo respecto a la naturaleza mirando únicamente el lado hermoso y nutriente, y olvidando casi por completo su lado destructivo. No hay nada mala en ser positivo sobre las cosas, pero las hadas también pueden mostrarnos lo negativo, obligandonos a sentir su verdadero respeto por los poderes que están más allá de nuestra capacidad de control.

Las hadas son nuestra conexión con la naturaleza, pero también nos ofrecen otros muchos regalos. Pueden ayudarnos a fomentar nuestra imaginación y creatividad, y a relajarnos, a reirnos, teniendo en cuenta que en realidad nada tiene tanta importancia. Las hadas han visto que todo aparece y desaparece. Cuando estés equivocado, podrán empujarte en la dirección adecuada; cuando estés atascado, podrán liberarte y dejarte sentir las posibilidades; cuando estés triste, podrán prometerte esperanza y consuelo; cuando estés decepcionado, podrán iluminar tu vida con su magia.

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